"Los pájaros son músicos: primero escuchan las gotas del agua y los silbidos del viento y luego cantan”.
Olivier Messiaen (compositor, organista y ornitólogo francés)
Cantan...pero por qué cantan? y qué dicen cuando cantan? solo comunican o son capaces de hacer música? ésta es exclusiva del género humano? cuanto hay de inspiración pajaril en nuestra música?
Estas preguntas o similares se las vienen cuestionando científicos desde la época de Darwin: El canto de los pajaros puede considerarse música? Sirven para fines similares? Comparten precursores evolutivos?
Chochín común. Autor Rafa Torralba
Cantan...pero por qué cantan? y qué dicen cuando cantan? solo comunican o son capaces de hacer música? ésta es exclusiva del género humano? cuanto hay de inspiración pajaril en nuestra música?
Estas preguntas o similares se las vienen cuestionando científicos desde la época de Darwin: El canto de los pajaros puede considerarse música? Sirven para fines similares? Comparten precursores evolutivos?
Un artículo publicado en Frontiers of Evolutionary Neuroscience, el primero en comparar las
respuestas neuronales de oyentes sugiere
que “un pájaro que escucha el canto de
sus semejantes puede experimentar algunas de las mismas emociones que siente un
ser humano al escuchar música”. "Encontramos que el mismo sistema
neuronal de recompensa se activa en las hembras en estado de reproducción que
están escuchando a los pájaros macho, y en las personas que escuchan la música
que les gusta" .
Para los machos que escuchan la canción de otro varón, la
cosa cambia: tenían una respuesta de la amígdala que se asemeja a la de las personas cuando escuchan música desagradable.
Como curiosidad: la familia Turdidae, entre otros pájaros, usan la escala
pentatónica (formada por cinco notas), característica también de diversas
culturas humanas que interpretan desde música africana hasta rock’n’roll; el
Chochín común (Troglodytes troglodytes) usa la escala dodecafónica, en la cual se basa la música europea
moderna. Vamos, que entienden de géneros...
Chochín común. Autor Rafa Torralba
La diversidad del canto de los pájaros se debe a que ésta no
está programada genéticamente, tal y
como ocurre con los perros, por ejemplo, que ladran de la misma forma durante
toda su vida. Los pájaros sienten placer cuando modifican su canto una y otra
vez.
Christopher Drösser dice en su libro “La seducción de la música”: “Algunos
incluso toman los cantos de otros congéneres y los hacen suyos incorporando
algunas variaciones. Los mímidos mexicanos, por ejemplo, son conocidos por su
dominio del canon: un pájaro comienza un tema y el siguiente repite la melodía”.
Steven Mithen en su libro “Los neandertales cantaban rap” cuenta:
“Un
pájaro puede inventar miles de canciones a lo largo de su vida, pero todas significan los mismo: soy un macho
joven”. Y no es cierto que miles de cantantes no buscan enviar este mismo
mensaje subliminal, o no tanto, para gozar de una mayor popularidad sexual, solo
porque son intérpretes?
Hay un libro que creo recomendable, “La música de los pájaros” de Simeon
Pease Cheney.
Este compositor de música norteamericano dedicó 30 años de su vida, a escuchar el canto de los pájaros de Nueva Inglaterra y a convertirlos en notas musicales.
Este compositor de música norteamericano dedicó 30 años de su vida, a escuchar el canto de los pájaros de Nueva Inglaterra y a convertirlos en notas musicales.
"...Sólo los
pájaros cantan. Son los artistas más delicados de la Naturaleza, que viven y
trabajan por encima de la tierra. No han aprendido nada de nosotros; aprender
de ellos es nuestro placer. El corazón y el espíritu del hombre no tienen una
deuda semejante con ninguno otro ser vivo..."
A los sesenta y siete años agrupó esos cantos con la
intención de escribir un libro, en el que además de las
partituras de los cantos, abundaban las observaciones sobre el
comportamiento de las aves haciendo hincapié en los sonidos que emitían. Murió sin teminarlo y su hijo la publicó postumamente
con el título de “Wood Notes Wild:
Notation of Bird Music” (1892). Cheney era amante de la naturaleza, también
un gran lector de Emerson y Thoreau, y estaba dotado de un prodigioso oído
musical que le hacía percibir las
cualidades verdaderamente musicales de los diversos sonidos naturales, ya fueran seres animados como objetos inanimados.
Cheney afirma que en la naturaleza hay música y, en
especial, que los pájaros son grandes
artistas que difunden la gloria de su
canto por el mundo. Probablemente haya sido el primero en EEUU que se dedicó a
transcribir el canto de los pájaros en notas musicales. Posteriormente, lo
harían Ravel y Messiaen. El compositor checo Antonin Dvorak pasó el verano de
1893 en un remoto pueblo de Iowa, donde realizaba largos paseos acompañado por
el libro de Cheney. Allí escribió su más famoso cuarteto, el Cuarteto de Cuerda
nº 12.
Este es un estracto del libro "Excusas para no pensar "de Eduard Punset:
“El pájaro aprende
desde pequeño a cantar, porque no nace sabiendo cantar. Según el filósofo y
compositor David Rothenberg, los pájaros pueden aprender a cantar de varias
maneras: a veces aprenden de los machos adultos; a veces de sus padres; y en
algunas especies se lo imaginan y lo improvisan. Pero siempre tienen que
aprender.
Ahora hemos
descubierto que sus trinos tienen muchos atributos similares a la música de los
seres humanos: patrones, repeticiones, cantos virtuosos, ornamentación,
inversión… Usan la siringe -nosotros usamos la laringe- y por ello hacen cosas
maravillosas con el sonido, ya que disponen de dos cámaras que permiten emitir
dos sonidos a la vez.
Otro fenómeno
fantástico sucede con los Tordos gárrulos (Garrulax leucolophus), un ave del sudeste asiático, que pueden improvisar
un canto cuando le oyen a uno cantar. Un compositor
estaba en el aviario nacional en Pittsburg, tocando su clarinete junto a estos
pájaros. Se dio cuenta de que ellos cantaban sus propias melodías hasta que algunas
de las notas de su clarinete empezaron a interesar a un grupo de pájaros que
reaccionó y empezó a interactuar con él, respondiendo y cantando las mismas
melodías, como si fueran músicos de jazz.
Según Rothenberg, el canto de los pájaros encierra más significado que un simple mensaje. Los complejos cantos de los pájaros comparten muchas de las estructuras de la música de los seres humanos.
Darwin, en el Origen del hombre, menciona que “los pájaros tienen un sentido de la estética natural y aprecian la belleza, y por eso tienen un plumaje precioso y cantan canciones muy bonitas”. Darwin no sólo dijo que los pájaros cantan melodías para defender los territorios o para atraer a la hembra; tal vez dejó entrever la respuesta a la pregunta que me hacía antes. A algunos pájaros no les haría falta cantar de un modo tan sofisticado y bello para marcar el territorio y seducir a una hembra. Les bastaría con menos. Quizá están buscando la belleza para sentirla. Tal vez canten, simplemente, para disfrutar.
Los biólogos y los científicos analizan el comportamiento en la naturaleza y dicen que todo lo que sucede tiene una motivación, que cumple una función en la marcha de la evolución. Esto es compatible con buscar la belleza y disfrutarla porque está inscrito en los circuitos cerebrales de motivación y recompensa. Como la música. Como el amor. El entretenimiento forma parte de la selección sexual. El amar, de la selección natural.”
Música inspirada
en las aves
Muchos compositores se han inspirado en ellos a lo largo de los siglos en mayor o menos medida: Stravinsky
(Canto del ruiseñor, el Pájaro de fuego ), Mussorgsky, Wagner (Sigfrido), Rameau,
Vivaldi y Handel, Haydn (el final de la
Sinfonía nº 57), y también Beethoven y Mozart (con su Papageno), Tchaikovsky, Schubert, Granados, Saint-Saens,
Ravel, Rautavaara (su obra Cantus Articus incorpora grabaciones de pájaros, combinando muy sabiamente naturaleza y sonido humano).
Voy a hacer un hincapié especial en la figura de Olivier Messiaen, el ‘compositor oficial’de los pájaros y autor de la frase inicial este post. El era un gran amante de las aves, de hecho era ornitólogo, tenía un oído privilegiado y era capaz de anotar los cantos de los pájaros con total precisión. Recogió innumerables cantos de aves de todo el mundo, (incluso Oceanía) ya que aprovechaba cualquier viaje para ejercer su pasión, así que los pájaros aparecen constantemente es sus obras: Traité de rythme, de couleur et d'ornithologie, Traite L'Abîme des oiseaux de su Cuarteto para el final de los tiempos, sus Oiseaux exotiques y su Catálogo de pájaros.
Voy a hacer un hincapié especial en la figura de Olivier Messiaen, el ‘compositor oficial’de los pájaros y autor de la frase inicial este post. El era un gran amante de las aves, de hecho era ornitólogo, tenía un oído privilegiado y era capaz de anotar los cantos de los pájaros con total precisión. Recogió innumerables cantos de aves de todo el mundo, (incluso Oceanía) ya que aprovechaba cualquier viaje para ejercer su pasión, así que los pájaros aparecen constantemente es sus obras: Traité de rythme, de couleur et d'ornithologie, Traite L'Abîme des oiseaux de su Cuarteto para el final de los tiempos, sus Oiseaux exotiques y su Catálogo de pájaros.
En estas dos fotografías se le puede ver trabajando en su lugar de inspiración, la naturaleza
Algunos enlaces, por si os entra el gusanillo:
"Le coucou" de Daquin:
"Sigfrido: Murmullos del bosque" de Wagner:
"Oiseaux Tristes" de Ravel:
"Le merle noir" de Messiaen:
"Cantus articus" de Rautavaara:
Me encantó tu artículo, me parece muy interesante el tema y más por ser el sonido y la música una inquietud permanente en mi.
ResponderEliminarMe alegra enormemente que te haya gustado mi entrada Graciela, te estoy muy agradecida por leerme y por entrar a comentar, recibe un abrazo!
EliminarMe alegra enormemente que te haya gustado mi entrada Graciela, te estoy muy agradecida por leerme y por entrar a comentar, recibe un abrazo!
EliminarHola. Una interesantísima idea del tipo "rewilding" ha surgido recientemente, se llama
ResponderEliminarwww.reddenaturalezasalvaje.net,
donde especies en peligro de extinción tendrán la oportunidad de prosperar en libertad y para siempre, sin notar la presión constante e intensísima del ser humano. Un espacio libre y salvaje como el que se propone, de extensión similar a la reserva de la biosfera de Chernobyl, es lo que nos falta en la península Ibérica, tan dañada ya. Desde esta organización animamos a todos a participar, aportando bien su esfuerzo, bien dinero, bien un terreno. ¡Muchas gracias!